Tal y como lo estás leyendo. ¡Soy un impostor! ¿Te preguntas el motivo de tal afirmación? Pues bien sencillo. No tengo estudios de diseño. ¡Herejía! ¿Cómo oso (🐻) dedicarme al diseño sin haberlo estudiado? Lo sé, no tengo perdón.
Pues bien. Estoy seguro que muchos de los que leáis esto habréis oído ese dicho de que «el animal es de donde pace y no de donde nace». Pues soy de los que piensa que el profesional es de lo que ejerce y no de lo que estudia.
Y entonces, ¿por qué me siento un impostor? Pues porque durante mucho tiempo me sentía así pese a tener la convicción de poder desarrollar esta profesión de manera solvente.
No sé si recordáis esa época donde las personas trataban de buscar trabajo «de lo mío» en base a una titulación conseguida en una universidad.
Pues bien, fruto de esa creencia instaurada en mi mente (y en el de las empresas de aquel entonces) no me sentía digno de aplicar a ningún puesto que estuviese relacionado con el diseño gráfico o web. Y todo pese a tener una base bastante amplia de conocimientos diferentes campos visuales y plásticos como la fotografía, el cine, la televisión o el teatro. Además de dos años de bachillerato artístico. En todas esas disciplinas aprendí composición, iluminación, color, interacción, narrativa, escritura, retoque digital y un montón de recursos más que hoy en día sigo aplicando en mis proyectos.
Al fin y al cabo, para mí diseñar es contar una historia ayudándome de muchos elementos. Es ayudar a un cliente a contar su película para tratar de que funcione en taquilla. Una película con sentido y mensaje, que no engañe al espectador con efectos especiales o con giros de guión mentirosos.
Y así, con mi «suite» de habilidades empecé a formarme de la manera que más me gusta; haciendo. Por lo que hoy puedo afirmar que soy un impostor autodidacta. Aunque siendo fiel a la verdad tengo que confesar que para trascender ese síndrome del que cree no merecer estar donde se encuentra, terminé haciendo un máster en una reputada universidad. Pero de esto hablaré en otro momento, porque merece espacio a parte.
En fin animalitos, como no podéis elegir donde habéis nacido, elegid dónde paced y no le pongáis puertas a vuestro campo.
